martes, 11 de octubre de 2016

Determinismo y comportamiento de los personajes principales

Determinismo y comportamiento de los personajes principales

No aparece, o no es relevante, el determinismo biológico. Alguna mención a la fortaleza física de los Moscoso, y poco más.
Sí que son importantes el determinismo social y el ambiental.

Julián: ejemplifica el determinismo social. El hecho de ser hijo de una criada y de haberse criado y educado en un ambiente que no le era propio han condicionado la idealización de las clases altas y su vocación sacerdotal. Su carácter  y sensibilidad es también consecuencia de la familia y ecuación recibida (hijo de una viuda que encauza su vida hacia su educación y el cuidado de las miembros de la familia Lage).

Sabel: el ambiente en que vive y las pretensiones de enriquecimiento de su padre la abocan a la relación extramatrimonial con el marqués, que no le agrada, pero que acata de forma pasiva. También de forma pasiva acepta la brutalidad y la violencia de don Pedro.

Perucho: el ambiente en que crece lo ha convertido en una criatura animalizada a la que los demás alcoholizan, que va medio desnudo y harapiento, que no se lava y que duerme con los animales.

Nucha: la clase social a la que pertenece y el medio en el que se desenvuelve la han convertido en una mujer incapacitada para dar a luz con facilidad por la falta de actividad física y la vida melindrosa de las señoritas de ciudad. Dados los condicionamientos sociales de la época, acata el matrimonio con Pedro, cuándo en realidad su opción de vida era en realidad la vida contemplativa. Después, el entorno hostil de los pasos la convierte en un ser quebradizo, frágil, miedoso tendente a la histeria y que ha perdido la inocencia.

Pedro: es un ser también determinado por el medio; la mala educación recibida por su tío (que lo ha abocado a la incultura, a la impericia y a la práctica de la caza como entretenimiento) y el ambiente animal, agreste y salvaje lo convierten en un ser irascible, huraño y que se mueve por instintos: su pulsión erótica lo lleva a "rebajarse" a tener una relación con su criada. Su instinto violento explica su devoción por la caza, pero también los accesos de ira de los que son víctima Sabel y el propio Perucho. El influjo del ambiente es tal que durante su viaje a Santiago su conducta se suaviza.

Primitivo: como su nombre mismo indica, encarna al hombre hecho a sí mismo, astuto, cobarde y silencioso, que se aprovecha de las debilidades de los demás para conseguir sus objetivos. Sus tácticas y sus objetivos no son elaborados. Encarna al campesino que sin tantos refinamientos intelectuales es capaz de domeñar al señor. Ambicioso, taimado y sin escrúpulos (prostituye a su propia hija para poder ejercer poder sobre don Pedro) aparenta ser servil para asestar sus golpes de manera disimulada y calculada. Primitivo, sin duda, aparece representado de manera negativa, pero no tan animalizado como Sabel (se lo compara con un zorro y poco más). En un ambiente hostil, solo los seres hostiles y sin principios pueden enriquecerse y controlar a los demás.

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